¿Qué es la economía del tiempo? 4 maneras de ahorrar minutos

Fiscal Laboral
/
17 marzo 2023
economia del temps

La economía del tiempo es una manera de entender el tiempo como si se tratara de dinero, con el objetivo de gestionar de la forma más óptima posible su uso, pensando en el ahorro como en el tiempo que no gastamos y en su uso excesivo como una deuda que iremos acumulando.

Por lo tanto, de forma excepcional, vamos a tratar hoy al tiempo como si fuese dinero.

Piensa, por ejemplo, cuando quieres irte de viaje, que has de conseguir dinero para llevar a cabo esas vacaciones. Pues ahora traslada esta realidad a tener que realizar un informe en el trabajo. ¿De donde puedes obtener el bien que necesitas, es decir, el tiempo? Parando un momento, estudiando como lo gestionas y de donde puedes obtener el tiempo que necesitas para conseguir tus objetivos.

1. Para hacerte rico, tienes que ahorrar

¿Cuántas veces has dicho últimamente que no tienes tiempo para hacer algo que te apetece? ¿Y cuántas de ellas fue verdad? Todo rico en este mundo comparte una característica: gasta menos de lo que ingresa. Por eso luego puede comprar lo que quiere.

Tú necesitas ser igual. Para poder usar tu tiempo alcanzando tus objetivos necesitas tener tiempo libre que no hayas ocupado ya. En otras palabras, cada semana, antes de empezar, tienes que tener comprometido menos tiempo del que dura una semana (24 horas x 7 días).

A partir de ahí, cuanto más grande sea el margen que consigas, más tiempo tendrás disponible para emplear en lo que quieres. Y como resultado más podrás hacer avanzar tus objetivos.

2. Reduce tus costes

La primera conclusión es evidente, pero no por ello la ponemos en práctica. Si tu ahorro de tiempo es ingresos menos gastos y cada semana dispones exactamente de las mismas horas, para ahorrar más hay que reducir el tiempo que gastas.

Todos tenemos unos gastos mínimos. En el mundo del dinero necesitamos pagar comida, luz, agua, etc. En el mundo del tiempo gastas constantemente en dormir, en las tareas de la casa, en la higiene personal, etc.

En algunos gastos como dormir no se puede (o no se debería recortar), en todo lo demás, ni lo dudes. Esto puede interpretarse muy mal porque desperdiciamos tiempo constantemente pero solemos ser bastante malos reconociendo en qué exactamente lo desperdiciamos.

No se trata de reducir tu tiempo libre, sino de volverte consciente de en qué estás desperdiciando el bien más valioso que tenemos las personas: las 24 horas de un nuevo día.

Por el momento quédate con esta idea: 5 minutos menos al día en el transporte público o privado/cocinando/haciendo las tareas del hogar es media hora más a la semana para lo que quieras. No está claro el cómo conseguirlo pero te interesa conseguirlo.

3. Piensa en el tiempo como una inversión

A veces hay que dar un paso atrás para ver las situaciones con perspectiva. De hecho, no pares nunca de dar pasos atrás y de cambiar de perspectiva. Verás lo que hasta ahora nunca había merecido tu atención.

Pon especial atención en las tareas pequeñas porque las hacemos a diario de una forma muy poco eficaz. Como son cortas nos da igual hacer más esfuerzos pero es el hecho de hacerlas frecuentemente mal el que se vuelve improductivo. Aquí tienes un par de ideas sobre cómo ganar tiempo en tus tareas frecuentes.

¿Ejemplo? Reserva un lugar para facturas o documentos importantes para que cuando te llegue uno sepas dónde ponerlo y dónde encontrarlo. A lo mejor sólo tardas 2 minutos en encontrar cada papel cada vez, ¿pero cuántos papeles buscas al día? Perdemos una gran cantidad de tiempo a diario porque nuestras herramientas de trabajo no están listas cuando las necesitamos.

4. No alquiles, ¡compra!

La idea de alquilar una casa o comprarla está muy clara. Si realmente la vas a usar durante mucho tiempo, comprar es infinitamente más rentable.

¿Cómo se aplica esto a los problemas de diario? Pues cambiando de mentalidad. Antes de resolver un problema una de las preguntas que hay que formularse es ¿cuántas veces más me voy a enfrentar a este problema? No siempre es fácil preverlo, pero cuando preveas que la situación puede repetirse no intentes resolver la situación, intenta eliminar el problema.

Un problema recurrente es como un alquiler, cada semana te cuesta un par de horas. Un problema eliminado requiere un esfuerzo puntual (como el dinero que pagas cuando compras), pero ya no vuelve a aparecer.

Si tienes la idea clara, no pierdas de vista que la clave para poner esto en práctica pasa por pararte unos instantes antes de resolver una situación cotidiana. ¿Preveo que se repita? entonces intentemos eliminarlo.

Concluyendo

Como ves, dinero y tiempo si comparten algunas características. Es cierto que el tiempo no es algo que podamos acumular al final de la semana, pero si podemos emplearlo en lo que queremos o adelantar ciertas tareas que nos mantendrían ocupados la semana siguiente. ¿Qué opinas? ¿Te parece posible reducir tus obligaciones diarias para hacerle tiempo a lo que realmente te interesa?

Artículo extraído de iagofraga.com

Newsletter

¡Suscríbete para recibir nuestras últimas actualizaciones en tu bandeja de entrada!

LOS MÁS DESTACADOS