Cuál es el factor que domina el mundo y nos hace gastar más

Fiscal Laboral
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6 abril 2023
conveniencia

Hay un factor clave que tiene mucha más influencia en todo de la que creemos y, en buena parte, es responsable de que gastemos de más.

También está detrás de muchos otros hábitos y actitudes perjudiciales para nosotros, pero beneficiosas para los que ganan dinero a nuestra costa.

Ese factor que domina el mundo es la conveniencia.

Suena extraño, pero veamos a fondo la cuestión, porque creo que es una de las más importantes para nuestra economía doméstica.

Eso nos dará la clave para ahorrar más y, probablemente, mejorar nuestra vida, al menos un poco.

El gigantesco poder de la conveniencia

La conveniencia es un factor ignorado para la mayoría cuyo poder, sin embargo, es conocido en la ingeniería y economía del comportamiento, que se aplica en campos como el marketing o el diseño.

De hecho, ha sido la tecnología la que más la ha empleado en los últimos tiempos, con un éxito sin precedentes.

La conveniencia es la razón por la que las tarjetas de crédito, los bizums o los pagos NFC están arrinconando al efectivo como medio de pago. No tienes que llevar dinero en el bolsillo, no pesa, no hay que pasar primero por el cajero para poder pagar algo…

Y esa misma conveniencia es la que hace que gastemos más cuando pagamos por esos medios.

El efectivo es más inconveniente y, como muchas de las compras son innecesarias y motivadas por picos de emoción, producidos por el marketing o disparadas por el mero poder del contexto (y no por un deseo meditado), quien se sigue pagando con dinero físico ahorra más.

El móvil y Amazon, o cómo la conveniencia ha conquistado el mundo y nuestro bolsillo

El móvil se ha comido al ordenador porque es más conveniente. Siempre en el bolsillo, siempre dispuesto y conectado, te resuelve las cosas en un segundo.

Amazon se ha gastado millones en pruebas (y lo sigue haciendo), para optimizar su proceso de compra.

Si tienes su aplicación móvil estás perdido, porque es sacar el teléfono, (siempre disponible) y deslizar un dedo para comprar. Y ya está. Comprar (gastar) hoy es muy fácil.

La fea verdad detrás de todo esto

Esa verdad es que las personas somos mucho más perezosas de lo que queremos reconocer.

Todos hemos pasado media hora viendo algo que no queríamos en televisión, solo porque el mando se nos quedó un metro más allá de lo que nos llegaba el brazo.

Se ha estudiado que lo primero que se ve en el menú determina el resto de la comida o que los políticos los cuáles sus nombres aparecen primero en la lista logran más votos de manera sistemática.

Hasta sabemos que si quieres vender un producto no tienes más que ponerlo a la altura de los ojos del cliente, en el punto en el que tiene que ejercer menos recorrido con el brazo para cogerlo.

Cómo utilizar la conveniencia a nuestro favor para ahorrar más

O para adelgazar, cultivar mejores hábitos y, en general, mejorar nuestra vida.

La clave, por suerte es muy sencilla (en teoría, como todo en la vida):

  • Para todo lo que queramos potenciar, aumentamos su conveniencia. Es decir, lo hacemos más fácil, eliminamos posibles pasos.
  • Para todo lo que queramos desincentivar, lo hacemos más inconveniente. Es decir, aumentamos los pasos para llegar hasta ello o la dificultad de la tarea.

Así pues, cuando se trata de ahorro y gasto, eliminamos los pasos en el primero y aumentamos los del segundo.

Por ejemplo, si ponemos cero pasos al ahorro, estableciendo una transferencia automática a nuestra cuenta de ahorro cada principio de mes, ya lo tendremos. Lo mismo podemos hacer con otros hábitos, como dejarnos comida ya preparada por la noche para el trabajo, para no picar nada de última hora, o, si queremos hábitos más sanos, dejemos cerca la ropa de correr por la mañana.

Para reducir los gastos, la estrategia es la contraria, ponemos pasos adicionales, como sacar primero el dinero en efectivo para la compra, o tener que esperar 48 horas para esas cosas que no son necesarias. Así haremos más inconveniente el gasto.

De la misma manera, dejarse la cartera en casa, no dejar guardadas tarjetas de crédito en webs de compras reducirá las veces que realizamos la acción.

La conveniencia usada en nuestra contra nos convierte en zombis insatisfechos al final del día. Ahora que sabemos el «secreto», es hora de ser un poco más listos que ellos. Nuestro bolsillo lo agradecerá.

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