Las empresas familiares son un elemento clave de la economía española, ya que suponen más de un 80% del total de empresas de nuestro país y su aportación al PIB es muy elevada. Por ello, uno de sus objetivos estratégicos principales es que el proceso de sucesión generacional finalice de manera exitosa para postergar su legado.
Para el empresario a punto de la jubilación se le plantea una decisión compleja: Dejar la empresa a los hijos o venderla a terceros y dejarles el dinero a estos.
Para abordar este dilema antes hay que tener en cuenta algunas consideraciones importantes:
Ventajas:
- Continuidad Familiar y Cultural: La sucesión a los hijos puede mantener la continuidad de la empresa dentro de la familia, preservando la cultura empresarial y los valores familiares.
- Conocimiento del Negocio: Los hijos que han crecido en el entorno del negocio pueden tener un conocimiento profundo de las operaciones y la industria, lo que facilita la transición y la gestión eficaz.
- Lealtad y Compromiso: Los miembros de la familia pueden estar más comprometidos y leales a la empresa, ya que sienten una conexión emocional y personal con ella.
- Facilita la Planificación a Largo Plazo: La sucesión familiar puede facilitar la planificación a largo plazo, ya que los líderes pueden tener una visión a largo plazo y una mayor estabilidad.
- Facilita la Transición: La transición puede ser más suave ya que los hijos pueden estar familiarizados con los empleados, clientes y proveedores.
Desventajas:
- Falta de Experiencia y Capacitación Externa: Los hijos pueden carecer de la experiencia y la formación necesarias para gestionar de manera eficaz la empresa, especialmente si no han trabajado fuera del negocio familiar.
- Conflictos Familiares: La gestión de la empresa por parte de los hijos puede generar conflictos familiares, ya que las decisiones empresariales pueden afectar las relaciones familiares.
- Falta de Innovación: La falta de nuevas perspectivas y experiencias externas puede limitar la innovación y la capacidad de adaptación de la empresa a cambios en el mercado.
- Presión Familiar: Los hijos pueden sentir una presión adicional al asumir la responsabilidad de la empresa familiar, lo que podría afectar su bienestar emocional y su desempeño.
- Falta de Elección Personal: A veces, los hijos pueden sentirse obligados a asumir la gestión de la empresa, incluso si no tienen interés o habilidades para ello, lo que podría llevar a un bajo rendimiento y falta de motivación.
En última instancia, la decisión de dejar una empresa a los hijos depende de factores únicos para cada familia y negocio. Es crucial planificar cuidadosamente la sucesión, abordar posibles desafíos y garantizar que los herederos estén preparados para asumir el liderazgo. Además, la búsqueda de asesoramiento externo, como consultores empresariales o asesores financieros, puede ser valiosa en este proceso.
Otras consideraciones a tener en cuenta:
En cuanto a la tasa de éxito en la continuidad de las empresas familiares puede variar significativamente y está influenciada por diversos factores. La investigación ha demostrado que las empresas familiares pueden enfrentar desafíos significativos en términos de su continuidad, independientemente de si son transmitidas a terceros o a los hijos. Aquí hay algunas consideraciones sobre este tema:
Empresas Transmitidas a Terceros:
Al transmitir una empresa a un comprador externo, la tasa de continuidad a menudo depende de la salud financiera de la empresa, su posición en el mercado y la calidad de la transacción.
La continuidad puede ser más exitosa si se elige un comprador que comparta la visión y los valores de la empresa, o si hay disposiciones para mantener a algunos miembros de la familia en roles clave después de la venta.
Empresas Transmitidas a los Hijos:
La continuidad de las empresas familiares transmitidas a los hijos puede ser alta si se abordan adecuadamente los desafíos comunes asociados con la sucesión.
La planificación cuidadosa, la capacitación y la comunicación abierta son esenciales para facilitar una transición suave y asegurar que los hijos estén preparados para asumir roles de liderazgo.
Factores de Éxito:
La profesionalización de la gestión, la implementación de buenas prácticas de gobierno corporativo y la planificación estratégica a largo plazo son factores que pueden aumentar las posibilidades de éxito en la continuidad de las empresas familiares.
Desafíos Comunes:
Las empresas familiares a menudo enfrentan desafíos como la falta de sucesión planificada, problemas de gobernanza, dificultades para adaptarse a cambios en el mercado y conflictos familiares.
Estadísticas Generales:
Las estadísticas varían según la fuente y la región, pero algunos estudios indican que la continuidad en las empresas familiares no siempre es exitosa y que una proporción significativa no llega a la segunda generación.
En resumen, tanto la transmisión a terceros como a los hijos puede tener éxito, pero requiere una planificación cuidadosa y la adopción de prácticas sólidas de gestión empresarial. La profesionalización, la planificación de la sucesión y la atención a las dinámicas familiares son fundamentales para aumentar las posibilidades de continuidad exitosa en las empresas familiares.