Cataluña crecerá el 2,3% este año. Y el 1,8% en 2024

Fiscal Laboral
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27 octubre 2023
Informe trimestral de cojuntura catalana 2023

La Cámara de Comercio ha reducido su estimación de crecimiento para Cataluña al 2024 a un 1.8%. Aun así, al 2023 se espera que la economía catalana crezca un 2.3%, impulsada por el sector exterior y la disminución de los precios de la energía.

El aumento constante de las tasas de interés y la desaceleración económica a la zona euro indican un crecimiento más lento en Cataluña el 2024. A pesar de que los costes de financiación están aumentando a causa de las tasas de interés más altas, la salud financiera de las empresas ayuda a mantener en niveles moderados el número de empresas en quiebra.

El informe revisa al alza las perspectivas de crecimiento para el 2023 en un 2.3%, impulsado por un primer semestre dinámico. Sin embargo, las perspectivas para el 2024 son menos positivas, con un crecimiento esperado del 1.8%, cinco décimas menos que la estimación anterior de julio. Los factores clave detrás de la desaceleración al 2024 incluyen:

  • Una inflación que persiste alta
  • Aumento en los precios del petróleo
  • La desaceleración económica a la zona euro, la cual afectará las exportaciones y el turismo extranjero.

Al 2023, el sector exterior, la recuperación del turismo extranjero (gráfico) y la inversión pública (gráfico), especialmente en infraestructura, impulsarán la economía catalana. A pesar de esto, la inversión productiva muestra señales de desaceleración a causa de las tasas de interés más altas, el que podría afectar la productividad en el futuro.

La inflación subyacente, que no incluye los productos energéticos, muestra señales de estancamiento en niveles elevados, en parte a causa de una tendencia al alza de los costes laborales.

La Cámara de Comercio ha reducido su previsión de inflación anual para Cataluña en 2023, pasando del 3,6% al 3,3%, a causa de una moderación de los precios más intensa del que se esperaba durante el verano. Sin embargo, ha revisado al alza la previsión para el 2024, llevándola al 3,9%, que son ocho décimas más que a julio. Los motivos detrás de este cambio son:

  • El aumento en el precio del petróleo, con una incertidumbre creciente en los próximos meses a causa de tensiones geopolíticas en el Oriente Medio.
  • La persistencia elevada de la inflación descartando los productos energéticos (gráfico), con una tendencia a la baja pero todavía en niveles muy altos.
  • El aumento sostenible de los costes laborales por hora trabajada efectiva (gráfico), el que podría dificultar el proceso de desinflación en los próximos trimestres.

La persistencia de la inflación subyacente hace pensar que las tasas de interés aumentarán más del que se preveía. Esto tendrá un impacto negativo en el crecimiento económico de Cataluña el 2024.

El estancamiento de la actividad económica a la zona euro y el efecto cada vez más notable de los tipos de interés en indicadores de demanda interna como el consumo de los hogares, la inversión productiva o las hipotecas para la compra de viviendas hacen prever que la economía se moverá más lentamente en los próximos trimestres. Esto significa que el crecimiento económico de Cataluña será de un 1,8% el 2024, cinco décimas menos del que se preveía hace poco.

La razón principal de esta disminución es que las exportaciones no crecerán tan rápido como se esperaba, puesto que su crecimiento será solo algo más alto que las importaciones. Esto se debe principalmente a un empeoramiento inesperado del crecimiento económico a la zona euro, lo cual afecta las exportaciones de Cataluña y el turismo extranjero. Finalmente, esta revisión a la baja también frenará la creación de puestos de trabajo, especialmente en el sector turístico.

La subida de los tipos de interés dificulta el acceso a la financiación, pero la elevada solvencia de las empresas permite sostener el descenso de la morosidad empresarial

La política monetaria restrictiva a la zona euro ha implicado un importante encarecimiento de la nueva financiación empresarial, con un fuerte endurecimiento de las condiciones de acceso al crédito. Como consecuencia, han caído tanto la demanda como las nuevas operaciones crédito (gráfico).

No obstante, el notable proceso de desapalancamiento de las empresas desde la crisis financiera ha permitido que el peso de la carga financiera de las empresas se mantenga en niveles moderados. En consecuencia, no se observa un repunte de la morosidad empresarial, y tanto los procedimientos concursales como la disolución de empresas se mantienen en niveles similares a los de la media histórica (gráfico).

En conclusión, a pesar de que no se puede hablar todavía de un impacto negativo importando del aumento de tipo sobre los resultados y la solvencia de las empresas consideradas en conjunto, gracias al desendeudamiento logrado en el pasado, la problemática es muy diferente por sectores y por dimensiones de empresa.

 

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